En Ushuaia ya comienzan a acomodarse los actores que buscan obtener algún cargo para mantenerse en la función pública en 2019. Algunos, ante la desesperación de quedar afuera, parecen estar dispuestos a cualquier cosa con tal de seguir cuatro años más.

Estos movimientos amenazan con causar una ruptura en el MPF, el partido que llegó a gobernar la provincia en el siglo pasado y que ha decaído hasta convertirse hoy en una mera carta de cambio, ofreciéndose en cada elección al mejor postor.

El concejal Silvio Bocchicchio, exfuncionario de la gestión de Fabiana Ríos, propuso al concejal Garramuño conformar una alianza en la que él acompañaría a Garramuño para la intendencia, y Garramuño haría lo mismo con Bocchicchio para la legislatura. Algunos, con humor, llaman a la dupla "alcoholemia positiva", ya que ambos fueron detenidos en diferentes momentos por conducir bajo los efectos del alcohol.

Naturalmente, los afiliados mopofistas históricos poco y nada quieren saber con dicha alianza, ya que los asociaría con la gestión Ríos, considerada por ellos como la peor de la historia provincial. Por eso, ya adelantaron que lo harán saber en las elecciones internas, donde plantearán una línea interna pura, sin alianzas, enfrentando al sector de Ricardo Garramuño.

"Imaginate, el pibe terminó ligando el cargo de Concejal sólo por ser hijo de Garramuño. El papá, con sus virtudes y errores, nunca se fue del MPF, pero el hijo ni siquiera arrancó y ya está negociando el partido. Acordate, después de esto se mete Melella a manejar el partido", dijo un referente que no quiere alianzas.