La Defensoría de la Tercera Edad porteña indicó que la Canasta Básica de los Jubilados trepó a 26.043 pesos al 1º de diciembre pasado, 4.916 pesos más que la medición de agosto de este año cuando se ubicaba en 21.127 pesos.

En el informe se advierte que “este monto continúa denotando un desfasaje con los haberes de jubilados y pensionados que perciben una remuneración mínima de 9.300 pesos, quienes no llegan a cubrir el 30%” de la Canasta.

Situación similar ocurre con quienes “cobraban haberes medios (alrededor de $ 11.500) y recibieron los reajustes por la Ley de Reparación Histórica, dado que tuvieron en promedio un incremento del 33%, pero no logran cubrir” estos gastos. En tanto, las Pensiones No Contributivas (PNC) y la Pensión Universal para los Adultos Mayores (PUAM) están en “un 70 y 80% menos de la jubilación mínima, alrededor de $ 6.510 y $ 7.400, respectivamente”.

Ante este panorama se remarca que “hay más de un 70% de jubilados y pensionados sin poder cubrir estas necesidades básicas”.

Asimismo se indica que “en aquellos casos en los cuales se perciben dos haberes, como jubilación y pensión, estarían sólo aproximándose a los valores” de la medición.

En declaraciones a Popular, el defensor de la Tercera Edad porteña, Eugenio Semino, señala que “en un año” la medición “aumentó 48%”, dado que en noviembre del año pasado la Canasta estaba en $ 17.523.

En tanto, indica que los rubros que “más aumentaron fueron los gastos de vivienda, servicios, insumos de farmacia y alimentos”.

Respecto al rubro vivienda explica que “se hace un licuado de hipótesis, como alquiler, alquiler compartido, mantenimiento de un inmueble propio, expensas”. Asimismo destaca que en esta medición impactó “el aumento de los costos de reparaciones de cuentapropistas”.

Por otra parte remarca que “los insumos de farmacia e higiene subieron mucho porque lo hicieron a valor dólar”. Ejemplifica que “un adhesivo para la dentadura postiza se fue a más de 300 pesos y lo tienen que usar dos veces por día”, también son elevados “los precios de los enjuagues bucales, de las pastillas para limpiar las prótesis, y hay innumerables datos que hacen a la calidad del vida” de las personas adultas mayores. Además hay que sumar el alza en los alimentos.

“En el segundo semestre se notó mucho el aumento”, remarca.

Ante esta situación, desde la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad se pide “un reajuste de emergencia para los jubilados, pensionados y discapacitados de $ 5.160 a completarse hasta marzo, en tres cuotas de $ 1.720 en diciembre, enero y febrero”.

Semino explica que el pedido fue presentado “al Ejecutivo el 6 de octubre pasado” y esa cifra “está calculada sobre el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), con lo que da por intereses el propio flujo, para no tocar el capital”.

Y señala que el pedido se basa “desde el punto de vista normativo, en el capítulo 4 del reglamento de la utilización del FGS, que establece que ante la pérdida de cuantía, es decir de poder adquisitivo de los haberes que paga el sistema, tiene que salir el FGS en auxilio de ANSES para mantener la cantidad, para evitar esa pérdida”, remarca.

La Canasta Básica de los Jubilados se mide semestralmente desde hace ocho años.

Esta es la medición Nº 20. Los detalles por rubros son:
Vivienda: $ 6.807,95, representando el 26% del total de la Canasta.

Alimentos: $ 5.932,01, el 23%

Medicamentos e insumos farmacéuticos: $ 4.868,09, el 19%

Higiene y limpieza: $ 2.695,47, el 10%

Vestimenta: $ 1.600, el 6%

Servicios: $ 1.589,87, el 6%

Transporte: $ 1.650, el 6%

Recreación: $ 900, el 4%