jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº2297
Gaceta Fueguina » Nacionales » 11 dic 2018

Sociedad

Silenciar con la violencia, en las redes

Un informe de Amnistía Internacional relevó los modos en que las agresiones en Twitter terminan acallando a las usuarias y la manera en que la red no reacciona a ese hostigamiento, considerado violación a los derechos humanos.


Lo que pasa en las redes sociales pasa también en la vida cotidiana fuera de Internet; no se trata de asuntos diferentes sino de distintas facetas de una misma cuestión, porque hoy la vida es virtual y la no virtual a la vez. Eso dice la investigadora en tecnología y derechos humanos Azmina Dhrodia, cuyo estudio “Toxic Twitter: violencia y abuso contras las mujeres en internet”, relevó modos de la agresión a usuarias de esa red social y qué sucede con ello.

Porque hay continuidad entre ámbitos, porque las palabras en redes tienen (cada vez más) peso concreto en la cotidianidad, explicó Dhrodia, por caso, en el relevamiento entrevistaron a usuarias anónimas y formadoras de opinión (dirigentes políticas, referentes sociales, periodistas, figuras de la cultura) y “casi todas las entrevistadas dijeron que Twitter es la plataforma en que más abuso experimentaban y donde sentían que se hacía la menor cantidad de cosas para remediarlo”, por lo que muchas de ellas terminan abandonando la red social o restringiendo fuertemente su participación en ella.

“Al no investigar adecuadamente ni responder con transparencia a las denuncias por violencia y abusos en línea, Twitter no está asumiendo su responsabilidad de respetar los derechos de las mujeres (...) la falta de acción de Twitter para garantizar el respeto por los derechos humanos y hacer frente a la violencia y el abuso que se ve en la plataforma no contribuye a que las mujeres usen su voz para ‘generar un cambio en el mundo’, sino que las empuja hacia una cultura del silencio”, señala el informe. De acuerdo con la investigación, realizada en base a entrevistas a “86 mujeres y personas no binarias en el Reino Unido y Estados Unidos” entre diciembre de 2016 y marzo de 2018, la violencia en redes dirigida específicamente hacia mujeres termina teniendo un efecto silenciador.

–¿Por qué importa Twitter a una organización de derechos humanos? 

–En cuanto a la agresión y el abuso contra las mujeres en las plataformas sociales, creo que Twitter es un tema por varias razones. La primera es que se trata de una de las más grandes plataformas de redes sociales y si vamos a tomar el asunto en serio, necesitamos que una plataforma como Twitter esté comprometida con nosotras. El segundo asunto es por el modo en que Twitter trabaja y por cómo funciona como plataforma de red social. Es muy diferente y única en comparación con otras redes. Existe para facilitar conversaciones públicas y debates, y alienta a tener conversaciones frecuentemente con extraños para aprovechar mejor la plataforma.

Estos espacios, para las mujeres y para las comunidades marginalizadas son muy importantes porque amplifican las voces, crean redes, solidaridad, y hay muchos beneficios derivados de Twitter como espacio público. Sin embargo, por el modo en que Twitter existe también vuelve favorable el abuso, y la velocidad y la intensidad con las que el abuso se puede volver un espiral, por el modo en que está pensada la plataforma, es único. Eso determina una experiencia particular del modo en que las mujeres experimentan el abuso en la plataforma. Un solo tuit puede muy rápidamente espiralarse en cientos y miles de tuits abusivos siendo enviados a esa mujer como respuesta. Eso puede ser muy apabullante. Casi todas las entrevistadas dijeron que Twitter era la plataforma donde experimentaban más abuso y donde sentían que menos se hacía para remediarlo. 

–Para evitar esta violencia, ¿podría lograrse una moderación de contenidos sin comprometer la libertad de expresión.

–Entrevistamos a políticas, periodistas, blogueras, desarrolladoras, actrices, activistas, editoras. También a mujeres que no tienen muchos followers. Hay una variedad de maneras en que las mujeres pueden sufrir violencia y abuso, que puede incluir amenazas de violencia física sexual directa, sexismo, racismo y otras abusos basados en características identitarias de los individuos, además de doxing, que es cuando alguien da a conocer públicamente información privada de una persona para causarle alarma o estresarla, y también subir imágenes privadas sin consentimiento.

Y Twitter es una compañía privada que tiene sus reglas, standares comunitarios y protocolos de actuación sobre el tipo de contenido que aceptarán en su plataforma. Hay un área gris en esto, hay cosas que no estamos seguros de cómo maneja Twitter pero en los ejemplos que les dimos, de cosas que registramos en la investigación, hay casos muy claros de violencia en el contenido, y sin embargo Twitter dice “esto no va en contra de nuestras reglas”.

–¿Hay datos de cuántas usuarias abandonan la plataforma por las agresiones?

–No. Una de las cosas fundamentales que pedimos a Twitter fue ese tipo de dato, y pedimos que fueran más transparentes acerca de cómo están lidiando con los abusos, cómo están respondiendo a los reportes de abuso, cómo están aplicando sus reglas, cómo están entrenando a sus moderadores, cuántos moderadores tienen, cuánto demoran sus moderadores en responder a reportes de abuso. Estamos todavía en eso.

–¿Por qué Twitter, que es una empresa privada y no una ONG, ni un organismo público, ni un medio de comunicación, debería responder ante este planteo?

–Sí, es una compañía privada. Y nosotros vemos este asunto de violencia y abuso contra las mujeres como un tema de derechos humanos. Es también un tema de libertad de expresión, de discriminación, de todos estos temas combinados. Bajo los estandares de derechos humanos de Naciones Unidas, las compañías tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos online, y eso incluye los derechos de las mujeres. Ellos deben asegurarse de que sus políticas, sus productos y prácticas no contribuyan a violar los derechos humanos; y si lo hacen, deben hacer algo al respecto.

Esa es su responsabilidad. Si algunos de los usuarios usan la plataforma de manera abusiva, el modo en que la plataforma reacciona contra esto es creando políticas acerca de qué uso está permitido y qué uso no. Y si algo es un uso no permitido, la plataforma te dice que lo reportes. Cuando no responde a reportes de manera consistente, lo que nuestra investigación encontró fue que el efecto es silenciar a las mujeres. Y sus derechos humanos están siendo violados. Para algunas mujeres es muy dramático ver amenazas, violencia... exigir que se remedie eso online algo que podemos hacer. Si ves eso en el mundo no virtual, lo hacés, reaccionás.

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