Con el triunfo presidencial de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, el Frente de Todos (FdT) será el nuevo oficialismo en el Congreso tras el recambio parlamentario del 10 de diciembre. En la Cámara baja, el FdT --entre el FpV y el Bloque Justicialista que responde a los gobernadores peronistas-- suman (al cierre de esta edición y sin resultados finales en algunas provincias como Buenos Aires) 112 diputados y si logran articular un interbloque con otras fuerzas provinciales que respaldaron su fórmula presidencial (como santiagueños del Frente Cívico y misioneros del Frente de la Concordia, el peronismo puntano y otros bloques menores) recuperará su condición de primera minoría y araña el quórum propio.

 En tanto, con la remontada en el centro del país, Juntos por el Cambio consigue 116 diputados propios y será la principal fuerza de oposición al nuevo Gobierno si la derrota presidencial no resquebraja la alianza política entre sus socios (PRO, UCR y CC). En el Senado, la unidad del peronismo le garantiza al gobierno del FdT la mayoría de la Cámara y con quórum propio. En la Cámara alta, JpC también será el principal interbloque opositor.

El Frente de Todos era quien más bancas arriesgaba en esta elección. De todas maneras, a los 112 diputados propios, el FdT sumaría a los legisladores de los partidos provinciales que respaldaron la fórmula de Les Fernández: el Frente Cívico de Santiago del Estero (7 diputados), el misionero Frente Renovador de la Concordia (3) y los puntanos de Unidad Justicialista (2). Así como los peronistas de Elijo Catamarca (2) y el mendocino Omar Felix, que conservan sus respectivos bloques propios. Además, habrá que ver qué papel jugarían los 4 diputados de Córdoba Federal, que responden al gobernador Juan Schiaretti, ante un gobierno nacional encabezado por el peronismo.

Con la remontada en las provincias del centro del país, JpC dio vuelta el resultado de las PASO y en provincias como Mendoza, Santa Fe, Entre Ríos y San Luis, donde ganó bancas. En total, todas sus fuerzas (PRO, UCR y CC) alcanzan 116 diputados nacionales, de acuerdo a los datos contabilizados al cierre de esta edición.

 La polarización del resultado de la elección también se reflejará en la Cámara baja a partir del recambio legislativo del 10 de diciembre. El reparto de bancas quedará ceñido a las dos principales coaliciones que disputaron el sillón presidencial. Habrá pocos lugares para otras fuerzas menores: Consenso Federal retendrá 8 bancas y el Frente de Izquierda y los Trabajadores, apenas 2 y no lograba sumar ninguna otra en el resto del país. Otra porción menor de la Cámara estará representada por monobloques y partidos provinciales como el neuquino MPN y Juntos Somos Río Negro, que tendrán solo una banca cada uno.