Crecen al pobreza y la indigencia en Tierra del Fuego
Familias recurren a los contenedores de los desperdicios de los mayoristas para alimentarse, testimonio fiel de las políticas de ajuste del gobierno libertario de Milei y de los gobernadores.
La provincia de Tierra del Fuego enfrenta una crisis social sin precedentes, con niveles alarmantes de pobreza y indigencia. Los últimos datos revelan que el 47,6% de la población vive en la pobreza y el 11,2% en la indigencia: un escenario devastador que refleja las consecuencias desastrosas de las políticas económicas que han destruido las condiciones de vida básicas de la clase trabajadora.
Se puede observar en horas de la noche en la ciudad a familias enteras revolviendo de la basura en los volquetes de los mayoristas buscando alimentos para poder subsistir.
La situación es aún más crítica cuando se observa el aumento vertiginoso de la indigencia, que se disparó exponencialmente en solo unos meses, pasando de un 4,2% en el segundo semestre de 2023 a un 11,2% en el primer trimestre de 2024. Estos números son un grito de alarma que demanda acción urgente para abordar la emergencia social y económica que atraviesa la provincia.
Los últimos datos sobre la pobreza e indigencia en el país son verdaderamente alarmantes. Según los índices publicados por la UCA, la pobreza aumentó del 44% en el último trimestre del año pasado al 55% en el primer trimestre de 2024, mientras que la indigencia afecta al 20% de la población. La situación es especialmente crítica para los niños y niñas, ya que 7 de cada 10 viven en hogares por debajo de la línea de pobreza, lo que representa un 72%.
Además, cerca del 30% se encuentra en situación de indigencia, lo que significa que 3 de cada 10 no pueden cubrir ni siquiera sus necesidades alimentarias básicas.
La estampida económica en Tierra del Fuego sigue deteriorándose, y el hambre se convierte en una realidad cada vez más presente. Actualmente, hay más de 150 comedores comunitarios que brindan asistencia a decenas de familias que se suman semana tras semana, un registro que no cesa de crecer: 86 en Río Grande, más de 60 en Ushuaia, y ya incluso en Tolhuin, la localidad mediterránea que no escapa a la devastación.
En los primeros tres meses del gobierno de Milei, la pobreza aumentó a un ritmo de un millón de personas por mes. La emergencia alimentaria alcanza niveles catastróficos debido a la negligencia del gobierno provincial.
La reducción de las partidas de alimentos y la inacción de las ministras Pettovello y Chapperón han llevado a una situación insostenible. Mientras la población sufre, el gobierno provincial se enfoca en perpetuarse en el poder, gastando más de mil millones en una reforma constitucional innecesaria.
En estos 8 meses el gobierno de Milei se han duplicado los índices de indigencia en 8 millones de personas que no cubre para nada sus necesidades alimentarias, cuando aumenta enormemente la tasa de desocupación. Mientras, continúan sin entregar los 6 millones de kilos de alimentos a los comedores populares de todo el país a pesar de los reiterados pedidos por la Justicia hacia el Ministerio de Capital Humano que mantiene congelado los programas sociales y pretenden eliminar por completo la asistencia social. Milei y Petovello se roban el presupuesto de lxs que menos tienen para el pago de la fraudulenta deuda externa.
No es la “casta” quien está pagando el ajuste ni mucho menos “la política” sino nosotros los trabajadores a quienes nos descargan todo el peso de la crisis económica del país, condenándonos a la miseria social y al hambre en los barrios populares, abriendo el camino al negocio del narcotráfico y al delito organizado con la complicidad del estado las fuerzas represivas y zonas liberadas.
Poniendo en serio riego la seguridad de las familias trabajadoras y ofreciendo como única salida a los jóvenes que no tienen trabajo ni posibilidades de estudiar a ser soldados del narcomenudeo.
Movilicemos masivamente para reclamar la devolución de los alimentos a los comedores populares y el aumento de los programas sociales. Ningún despido más, exigimos la libertad de Daniela Calarco y a Roberto de la Cruz Gómez y el cierre de todas las causas a los luchadores.
En el mes de las infancias, los gobiernos condenan a las infancias a una mayor miseria social. No se puede esperar más necesitamos de inmediato un paro activo nacional y un plan de lucha hasta la huelga general para derrotar a este gobierno hambreador y represor.