El presidente Mauricio Macri sigue dedicándole toda su atención a la final Superclásica que se disputará el próximo sábado en el Monumental. Después de semanas enteras de haber manifestado su preocupación sobre la resolución de la final de la Copa Libertadores, el mandatario convocó ayer a varios ex jugadores de River Plate y Boca Juniors a jugar un partido en la quinta presidencial de Olivos.

Sus ministros tampoco se quisieron perder el encuentro con los exfutbolistas para palpitar el partido histórico del fin de semana. El jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior Rogelio Frigerio; el Secretario General de Presidencia, Fernando De Andreis; el secretario de Modernización, Andres Ibarra; el Coordinador Ejecutivo de la Superintendencia de Servicios de la Nación, Sebastián Neuspiller, y el Secretario de Comunicación, Jorge Grecco fueron algunos de los participantes del partido improvisado. mbién se puso los shortcitos el diputado de Cambiemos por la Ciudad de Buenos Aires Francisco Quintana.

Antes de la primera superfinal, Macri se había metido de lleno en el encuentro e incluso en la organización, al pedir públicamente que se juegue con público visitante. Luego fueron los mismos presidentes de los clubes, Rodolfo D´Onofrio por River y Daniel Angelici por Boca, los que tuvieron que salir a aclarar que una decisión como esa podría en riesgo a los espectadores.

El Presidente es selectivo a la hora de utilizar el vasto tiempo libre que tiene en su agenda. Horas después de haber decretado un duelo por tres días por el hallazgo del submarino ARA San Juan, Macri apareció en un breve video en el que se lo ve bailar al ritmo de la música de Tina Stoessel en una fiesta del presidente de Disney, Diego Lerner.