El grupo Arcor informó este domingo que cerrará las instalaciones de La Campagnola en San Martín, Mendoza, y mudará las operaciones a Villa Mercedes, San Luis. Según fuentes de la compañía, la firma negocia los pasos a seguir con los 155 trabajadores que emplea en la localidad mendocina, a los que les ofreció trasladarlos a otras fábricas de otros puntos del país o abonarles las indemnizaciones por despido correspondientes.

"Como es de público conocimiento, la industria frutihortícola no está atravesando un buen momento desde hace varios años, producto de los altos costos, el incremento de las importaciones y la caída generalizada del consumo", indicó Arcor en un comunicado.

"En este contexto, La Campagnola ha tenido que redefinir las operaciones del negocio a nivel industrial, a fin de mantenerlo operativo", continuó la compañía que preside Luis Pagani.

"La compañía ha decidido ofrecer diversas alternativas a los actuales colaboradores de la base San Martín, entre las que se encuentra el traslado a otras plantas del grupo. Por otra parte, también se darán opciones de continuidad a los productores locales proveedores de materia prima", agregó la empresa.

Según fuentes del grupo alimenticio y sindicales, entre 10 y 15 por ciento de los empleados aceptaría ser trasladado a San Luis o a otra localidad en la que Arcor tiene planta industrial. Con el resto de los trabajadores se negociarán las indemnizaciones correspondientes, indicaron en la empresa.

La Campagnola, que produce 185.000 toneladas de mermeladas, salsas, tomates, conservas y otros productos alimenticios, presenta balances negativos desde hace cinco años, indicaron en Arcor. A la crisis de las economías regionales basadas en la producción frutihortícola se sumó en el último tiempo la importación de alimentos. Marcas propias de supermercados que ganan terreno en las góndolas a fuerza de precios más bajos, pero que desplazan producción local.

En las últimas semanas, Arcor reportó cuellos de botella en otras plantas, en las que se acumulan stocks de mercadería por la caída del consumo. En San Pedro, donde fabrica alcohol para la producción de bebidas, frenó la producción por tener tanques a tope. Allí, el grupo emplea a 240 personas, de las cuales 26 estaban abocadas a esa línea de producción y pasaron a trabajar en otros sectores de la compañía.

En Arroyito, donde fabrican jarabe de maíz de alta fructuosa para la producción de gaseosas, la empresa anticipó vacaciones a ochenta de sus 130 trabajadores, por la caída en las ventas.