El gerente de políticas públicas de WhatsApp, Ben Supple, reconoció por primera vez que la campaña electoral del presidente brasileño Jair Bolsonaro utilizó esta aplicación para el envío masivo de mensajes con sistemas automatizados contratados por empresas.

"En la elección brasilera del año pasado hubo una actuación de empresas proveedoras de envíos masivos de mensajes que violaron nuestros términos de uso para alcanzar a un gran número de personas", admitió.

El caso había sido revelado por el periódico Folha de Sao Paulo, que demostró que un grupo de empresas brasileñas contrató a una compañía española para difundir mensajes en masa por Whatsapp a favor de Jair Bolsonaro, sin declarar esos gastos en la Justicia Electoral.

"Siempre supimos que la elección brasilera sería un desafío. Era una elección muy polarizada y las condiciones eran ideales para la diseminación de desinformación. En Brasil, mucha gente usa WhatsApp como fuente primaria de información y no tienen medios para verificar la veracidad del contenido", agregó Supple.

Las reglas de la compañía WhatsApp prohíben el uso de la plataforma para el envío de mensajes masivos, pero eso no evitó que las empresas brasileñas difundieran millones de mensajes a favor del candidato que enfrentó al PT de Lula da Silva y Fernando Haddad.

Es por eso que el ejecutivo informó que desde enero el número de reenvío de mensajes fue limitado a cinco y ello generó una reducción del 25% de estos casos. A su vez, aseguró que ya llevan bloqueadas más de dos millones de cuentas por mes que violaron estas normativas.

El caso motivó una denuncia del PT que pidió investigar al actual presidente Bolsonaro por abuso de poder económico. La demanda se basó en el informe "El fraude CPF permitió que los mensajes de WhatsApp se activaran en las elecciones" publicado en 2018 por Folha, cuando se presentaron informes y documentos que indicaban cómo operó la empresa enviando mensajes masivos en la campaña de Bolsonaro.

Según el informe, WhatsApp recurrió al uso fraudulento al registrar chips de celulares a nombre de diferentes personas -usando sus nombres y números de seguro social- para disparar mensajes masivos en beneficio de políticos.